Algo Supremo


Algo supremo; majestosamente irrefutable, terriblemente omnipotente y de una ubicuidad inmarcesible   ha de tener la  física  como ramal de ciencia  en sus designios, ya que las leyes y dios la confrontan, pero no pueden eludirla. Sobre la faz de los libros en todas las páginas de historia que cubren la esfera terrestre, por intrincado y recóndito que sea el laberinto universal siempre su efecto será determinante. La ley misma en su inquebrantable naturaleza responde  a un código netamente físico como es: la propiedad que tiene todo cuerpo de cambiar de forma, cuando sobre él se aplica una fuerza exterior «Ley de flexibilidad ».
En el caso concerniente a dios, o a una multitud de ellos, —para mantener intacta la base utópica de la blasfemia,— digamos que Poseidón, luego de dimitir su reinado sobre caballos y otras bestias se entrona sobre los mares y el control de sus ciertamente poderosas olas; pero aun así, se muestra en apariencia complaciente con navíos y otras embarcaciones que usurpan sus aguas  desafiándolas sin mayor tributo que una justa relación de densidad entre materia y volumen. Cuestión de un equilibrio benefactor  en la sabiduría de Arquímedes discernido entre lógica y fe.
La lluvia, las tormentas con sus rayos y centellas  en los agrisados cielos Aztecas pudieron haber cobrado un gran número de ofrendas a Tláloc —dios dominador de rayos—y estas no fueron suficientes para  contener la ionización de nitritos y nitratos hidrogenados en los bolas de fuego celestiales que más tarde el léxico científico llamaría rayos globulares. 
Desde la oscuridad que suele teñir de luto mi pusilánime aptitud pensante, surge la negación de atribuirles a los dioses  facultades demoledoras, en cierto modo  carente del sentido conciliador y edificante como corresponde a la solemnidad de un dios;  sería como asentir que hay algo de perversión en su conducta o una especie de patología propia de mortales. Acepto la propiedad de   ínfima partícula predecible y mortal que me atañe dentro del vasto universo, en la extensión de esa vaga idea, no seré yo quien dictamine porqué   caen los puentes. Tengo la sospecha de que no es porque dios quiere, sino por insuficiencia física.    

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