La Madeja
La vida es una madeja
multitextura, así la viví en noches de intensa fiebre cuando sentí que su cara
más áspera no me permitía sostenerla con los dedos, se me iba de
las manos para regresar súbitamente en una gigantesca bobina de colores
incandescentes, justo en el momento exacto en que mi madre angustiada, con la
madre superior de todas las angustias, ponía sobre mi frente refrescantes compresas
de agua bendita. Así, pues, me vi en ocasiones en el umbral de una
muerte temprana, o mejor dicho: en la antesala de otras muertes previas, porque
mi madre moría de dolores
desgarradores cada vez que yo
convulsionaba, no lo supe antes y cada quien lo sabrá en
su hora adecuada, lo comprendo ahora, que ya la madeja está totalmente
devanada, me lo confirma un sangrado de lagrimas sobre mi féretro.
Comentarios
Publicar un comentario